BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS

miércoles, 8 de junio de 2011

Crossover:Good omens x Thief lord/Azirafel,Crowley, Escipión y compañía/Rating T.

026.Cerveza. Fandom insano.Tabla alcohólica.

Nelle altre mani

Azirafel se entretuvo más de lo que debiera en una oscura librería lleno de viejos volúmenes polvorientos a buen descuento. Quería nuevos ejemplares para su colección en el depósito del Soho y era una excelente ocasión como para dejarla pasar, a pesar de que notó que los niños a los que debiera seguir acababan de doblar por una esquina y perderse de su vista. Suspiró y bajó la guardia, lo que bastó para que tropezara con alguien, cuyo olor a colonia barata y azufre conocía bien. Solo bastaba el viejo Buick y las cintas de David Bowie que solía escuchar.

-¿Crees que tengan un plan especial para nosotros al hacer que nuestros caminos se crucen con esta frecuencia?-Se apartó para ver mejor al demonio de ojos huidizos, que siempre parecía estar de mal humor.

-Solo falta que me digas que vas detrás de esos huérfanos también. Estén donde estén ahora.-Señaló Crowley con el pulgar en la dirección que Azirafel tenía en la mira unos segundos antes.

-Solo podemos hacernos cargo de aquellos que desean ser salvados, a pesar de que cuidamos sinceramente a todas las…

Con una mirada cortante, Crowley le dio a entender que le sería conveniente detener la perorata preparada para esas ocasiones.

-El autodeclarado Señor de los Ladrones es mi presa. Ha ofrecido todo lo que tiene y lo que no para que nadie se entere de lo que es realmente y acaso para llegar a hacer su fantasía mitomaníaca una verdad.

Azirafel sacudió la cabeza, reprobatoriamente.

-Ese también ha pedido mucho en favor de sus protegidos. Sin embargo, son ellos mi misión, no él. Los hermanos, al menos, deben regresar con su tía y enseñarle a abrir su corazón.

-Ya me estudié el caso al dedillo de esa mujer. Me parece que se vendió por unos azulejos antiguos que quería para su casita en Londres.

Crowley prendió un cigarrillo y ambos meditaron qué hacer a continuación, decidiendo beber un café tranquilamente y luego monitorear el cine en el que supuestamente se escondían. Azirafel disfrutó de tener su propio tablero de ajedrez, aunque le bajaba la moral estar al tanto de que formaba parte de uno millones de veces más grande, quedándose seguramente con menos que más. Crowley era demasiado gruñón, pero no debía disgustarle verlo, si acaso hasta le palmeaba el hombro como si fuesen viejos amigos y no solo archienemigos que se conocen desde hace suficiente como para olvidarse a veces de tal título, con bastante simpatía.

0 comentarios: