Dedicado a Lía, porque la amo gaymente :) Ella hizo que me gustara Charlotte <3
15.Even if you were a million miles away I could still feel you in my bed. Tabla Alicia Keys.
Integración
Madoka
se despertó de repente. Sentía una presencia familiar que acababa de
saltar sobre su cama, para hacerse un tembloroso ovillo a la altura de
sus pies. Hizo una mueca. ¿Dónde estaba Homura? Las gárgaras desde el
baño que conectaba la habitación con la de sus padres le dieron
indicios.
-¿QB?
La
maligna mascota de pelo blanco y ojos rojos, resplandecientes, arrastró
sus patitas hacia Madoka, que parpadeó varias veces. ¿La oscuridad le
jugaba una treta o la mueca de QB, usualmente cínica en su mezcla de
apatía y diversión, estaba opacada por un velo de melancolía que torcía
sus facciones dignas de ser dibujadas y animadas en una caricatura de
niñas mágicas que pelearan contra monstruos sin convertirse JAMÁS en
ellos?
-¡Kaname Madoka! Es muy importante para mí hablar contigo hoy.
QB,
el temible Incubador, saltó sobre su regazo y se restregó contra sus
costillas de una manera anormalmente cariñosa. Ni siquiera cuando a
penas y se conocieron en un principio era de intimar tanto. Madoka se
sintió incómoda. No había podido perdonar al iniciador de las Niñas
Mágicas tras el descubrimiento que Homura les facilitó a todas. La
asustaba y molestaba todavía, pero de alguna forma le preocupaba verlo
tan distinto, casi "vulnerable" sería la palara, de no ser por su
naturaleza, expuesta como pérfida.
-¿Recuerdas lo que he dicho acerca de que los de mi especie solo experimentan sentimientos al enfermar gravemente?
El
Incubador frotó su naricita rosada contra la muñeca de Madoka, que
asintió, de inmediato reviviendo escenas de días anteriores.
-Bueno, un virus penetró en mi reserva de clones.
-Así
que quiere pedirnos disculpas.-explicó Madoka, con QB acomodado entre
los brazos, Akemi dirigiéndoles miradas inquisitivas desde su eterna
frialdad reinante y experimentada. Madoka se preguntó si ya habría
vivido algo como esto en otro de sus mundos y si acaso sabría qué hacer
mejor que ella. A decir verdad, un simple "ahora siento el dolor que
deben experimentar por haber dejado de ser humanas" no podía ser
suficiente para perdonarlo por el destino que las aguardaba. Y sin
embargo, la pequeña bestia lucía tan penosa, encogida y temblorsa, al
borde del llanto, que no quiso rechazarlo de inmediato. Sabía que si era
lo correcto bajo una lupa lógica, Homurita lo sabría también y la
impulsaría a mostrarse firme.
-Ponlo sobre la alfombra.
-¿Homurita...?
Madoka
miró a QB y QB asintió tristemente, como resignado, así que Madoka lo
depositó en el suelo. Akemi sacó de la nada una pistola y le disparó al
extraterrestre.
En el hotel donde vivían Kyoko y Miki no tuvo mejor recepción su disculpa.
-Estar solo apesta, Sayaka. Y...nos hizo cutres dibujos. ¡Mira!
Uno
en el que las dos estaban tomadas de las manos con enormes corazones
junto a sus piedras, sostenidas cerca de sus pechos. Sakura tenía orejas
de gato y Miki una cola de sirena. Gruesos trazos torpes de crayón bajo
la lluvia que Sayaka invocó con su molestia cuando los sacó a ambos a
punta de espada hasta el balcón. QB se acurrucó con la misma amargura
que antes entre los brazos de Kyoko, que a decir verdad no le prestaba
mucha atención, ocupada como estaba pegando la cara al vidrio de la
puerta.
-Ah, va a dejarnos pasar tarde o temprano. Es una tonta y seguro que está llorando.
Comenzó
a arañar el cristal, dando golpecitos suaves. Sayaka se levantó de la
cama solo para correr las cortinas, con el rostro enrojecido y húmedo.
Kyoko repitió su nombre del otro lado y suspiró.
-Bueno...vamos con Mami y Charlotte hasta mañana, ¿eh?
-Vaya,
vaya, Miki sí que tiene un carácter difícil, ¿verdad?-dijo Mami,
colocando una toalla amarillo pálido en la mojada cabeza de Sakura y
sonriéndole al igualmente empapado QB en sus brazos, una vez que
llegaron a su apartamento. Era una noche cálida y veraniega, además de
que la mayor ya había percibido que venían visitas, porque el té estaba
preparado.-Yo siempre he pensado que hay que entenderse, por lo menos
con tu compañero, ¿o no, Charlotte? Hasta nosotras llegamos a un
acuerdo. ¿Qué he dicho sobre comerse mi cabeza?
Charlotte
quitó los dientes del cuello de la jovencita con aire depresivo hasta
que sus ojos se iluminaron, al clavarse en el extraterrestre. Entonces
una gigantesca mueca feliz se dibujó en su rostro y embistió en
dirección al regazo de Sakura inmediatamente. Por supuesto que no dañó a
la niña mágica al saciarse con gula, sin dejar una sola mancha. Mami
fue en todo momento tan generosa con ella que adoraba complacerla, más
allá de una que otra pequeña broma.
-Oh.-comentó
Kyoko, al notar que había solo tres tazas de porcelana en la mesa y que
el platito en el que Mami solía verter algo para el alien
faltaba.-Bueno, era un bastardo de todos modos, pero me daba lástima.
¿Hay pastel?
Mami
sonrió asintiendo y acariciando la cabeza de Charlotte, que daba
saltitos envuelta en sus lazos. No podia enojarse con ella, teniendo en
cuenta que la pequeña bruja podía decir ya "te quiero", recitar poemas
de amor enteros en su difícil jeringosa alegre y levantar su enorme
pulgar al beber té, como una dama. Además de que con ella cerca, nada se
desperdiciaba.
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