06.Double.
Tabla 9.10_prompts.
Simetrías
restantes
No
sabe exactamente qué esperar cuando las puertas de su mansión en la
Ciudad de la Muerte se abren ante él. Patty lo asusta a veces, si le
muestra su otro modo de ser y su alma pasa de dar chispas mansas a
arder con la furia de una hoguera. Pero la Patty que viene a
recibirlo por los pasillos desde las cocinas no es la que vio antes
de desvanecerse en la sala de atención médica de la Academia: puro
dientes y ojos afilados como cuchillos de carnicero. Repitiendo el
nombre de Liz, su hermana.
-¡Preparé
la cena, Kid, por aquí!-exclama tomándole de la mano y Kid se
pregunta si es simétrico, porque él ahora tiene solo un brazo,
mientras que ella...-¡Animalitos de goma! ¿Qué tal están?-deja de
prestarle atención de inmediato para jugar con un cerdo de peluche
que la esperaba en la mesa.
Sí,
quemados, difícilmente despegados de la sartén, mirándolo con la
pena de unas víctimas surrealistas del Holocausto.
-Incomibles.-se
sincera Kid, limpiándose la boca con una servilleta, mientras que
Patty hace ruidos de toda clase a su lado y lo mira sonriendo, como
si la hubiera elogiado. Hay que ser tan fuerte para enloquecer de esa
forma. En el buen sentido. Sin embargo...-Con permiso. Creo que ahora
necesito...
Entonces
la Patty que para en seco sus monólogos cacofónicos con el cerdo
relleno de algodón se cubre de sombras. No puede ver su mirada que
sabe dura. Es la demente a la que conoció en la calle años antes.
Es la indomable, que no perdona. Es la que solo tenía a Liz y que
se ha quedado sola. Aprieta el estómago del peluche con una avidez
que habla de venganza y tortura. Su voz es el quiebre de dos
historias separadas. Cuando eran gemelas. O casi. Casi.
-Esta
vez no vas a cagarla, ¿verdad, Kid? No como hiciste con Liz.
-Patty...
-No
es lo que querría mi hermana. ¿Verdad que no? Porque si veo que no
funciona, que no te importa para nada lo que nos pasó...entonces te
meto toda esta mierda en la que estás hundido, por el culo. Hasta
que te mueras ahogado.
Su
voz es pronto un rugido ronco. Su alma -que supo unirse a la Kid
anteriormente- se aviva hacia el cielo. Siendo una humana, es
remarcable. Por eso es el arma de un Ángel de la Muerte.
-Patty...
Ella
vuelve a ser la de antes. Aprieta al cerdo de peluche contra su pecho
y ríe como una niña. Es muy difícil ver que es una adolescente, y
no una adulta extremadamente perturbada.
-¡Oink!
¡Oink! Sabemos que Kid no es un cerdo. Ahora debe irse a dormir.
Kid
sacude la cabeza y le da las buenas noches. En la oscuridad de su
recámara se dice que es una suerte, en cierto modo que él perdiera
un brazo al mismo tiempo que a Liz, pero la verdad es que daría con
gusto el que le ha quedado para tenerla de vuelta.
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